Un granjero en el mercado del Turmweg me reconoce cada vez que paso por su puestecito y en ocasiones me da sus productos a precio más bajo.
Hoy he comprado dos alcachofas, grandes, como tetas de concurso y dos toronjas, que dicen que son buenas para quemar la grasa sin hacer mucho esfuerzo. Con lo amargas que son, comérselas ya es un esfuerzo.
Cagar es otro esfuerzo, aunque es un esfuerzo placentero, a menos que el estrenimiento esté de camarada indecente, que no se aleja ni cuando se visita el retrete.
En tales casos es bueno comer pasas. Hoy en el mercado he comprado algunas uvas pasas, pero no se encuentran solas, también traen o llevan a sus camaradas, unas nueces de diferente procedencia: anacardo, almendra, avellana y no sé qué mas. Las nueces, frutas secas por excelencia, traen la grasa que la toronja luego quema, y dan energías que no necesariamente se tienen que quemar, ayudan a la concentración. Las uvas pasas son las que ayudan a cagar mejor y he notado que incrementan la salivación al comerlas. Son buenas.
Tal ejército de uvas pasas y frutas secas se llama "studentenfutter" en alemán, creo que significa algo como "forraje de estudiantes". El fin de semana pasado antes de coger el tren para ir a Sylt, compré una bolsa de "studentenfutter" que me costaron casi 5 Euros. El paquete, con las etiquetas "BIO" y "FIT" -que supongo son marcas registradas o ideas tenebrosas para que haya costado tan caro-, tenía traducciones del contenido en varios idiomas. En inglés le decían "Mix for students", que entiendo como "mezcla para estudiantes" y en la lengua de Cervantes le pusieron "Cóctel para estudiantes".
Hoy he comprado mi "cóctel para estudiantes" en el mercado de Turmweg, no precisamente con mi granjero preferido, pues él no las tiene, sino en el puestecito de en frente, por menos de 2 Euros.
Voy a comer alcachofas. Luego toronjas. Luego, para cagar a gusto, mi "cóctel de estudiantes"
Thursday, October 06, 2005
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1 comment:
Pues si que el ir al super mercado o al tianguis, según el caso, verdad, es una tarea a veces algo relajadora o hasta enervante. Hay veces que nos dirijimos a estos sitios, teniendo ya "en mente" lo que queremos comprar o según "necesitamos" siendo la realidad otra cuando nos encontramos ahí, pues aveces entre las prisas y la flojera de no buscar, compramos algo que cuando al llegar a la caja, nos hace casi tener un infarto, pues nunca nos fijamos en el precio cuando lo agarramos y entre asombro y algo de vergüenza, terminamos pagandolo, ya que atrás de nosotros una larga fila de malencarados clientes, esperan que por fin nos larguemos para también ellos hacer lo propio, no? En fin, esos detalles con Bio y la chingada madre, nos ponen a pensar, si en realidad hicimos una buena inversión, pues está de moda comprar cosas BIO, aunque nos cuesten un ojo de la cara, pero a veces lo hacemos sin querer. Pero bueno, se compensan todos estos malestares al llegar a casa y prepar esas alcachofas, grandes como las tetas de la Anderson, con tales dimensiones, hasta se nos olvidan los precios...
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