El 'raver' que llevo (o llevamos) dentro

Gus Gus. Uebel und Gefärlich. Viernes 4 de Mayo. Telonero: Khan Of Finland.
Al llegar Jens (a quien no tardé en convencer en vanir) y yo al local nos enteramos que Khan en realidad no eran teloneros, eran más bien los que "tocaban antes que Gus Gus". El telonero fue Daníel Ágúst, otrora ex-vocalista de Gus Gus. Naturalmente se unió a sus ex-colegas en la parte final, encores incluídos ("tu cuerpo es un poco deforme, Jorge, pero no tan grasoso como el de ese tipo...").
Hace mucho, pero mucho tiempo que no voy a una 'rave', ya hasta olvidé cuándo fue. Por una parte es bueno haberlo olvidado, ya que me evito los sentimientos de nostalgia. Por otra parte me da nostalgia ni siquiera poder acordarme. Hace mucho, pero mucho tiempo que no sentía que la música en forma de bits inconclusos mas rítmicos y armónicos se meta en mis orejas y conduzca a mi cuerpo entero a pasos de baile y brincos con alto y bajo impacto sin la necesidad de meterme más químico que el alcohol de una o dos cervezas.
También hace mucho tiempo que no sentí el deseo de semidesnudarme para dejar evaporarse un poco las ondas sonoras que emanaba mi cuerpo, entendiendo que los gritos no salían de mi boca, sino de la vocalista Earth y de llas otras dos chicas y de Ágúst y de Blake... No hubo mucha diferencia creo. Pude haber gritado más fuerte. El búnker después de todo tiene paredes gruesas.
Tania, Anabel y Kati también estaban entusiasmadas, en este orden. "El sol es muy bueno para la salud, pero la falta de él también es productiva" comentó Anabel. Deben ser las auroras boreales. Entendí esa parte de Jens, ese lado que consume y devora música, la digiere y después, mucho después siente la necesidad de bailar o hacer algo con lo ya asimilado.
Un poquito de Islandia para la noche del Viernes. Las firmitas de los Gus Gus en mi cd pueden no tener precio. Tal vez en el futuro, cuando me retire, la pueda vender en eBay, con eso de que tendré que conformarme escribiendo libritos y plantando arbolitos...
No me siento adolorido, pero creo que moví de más las caderas y el cuello y los brazos. Después del tokín quise ir al King-Kong Club; "no has tenido suficiente?" me preguntó Jens. Suficiente o no, era justo mantener la sana diferencia entre la energía que me hizo desbordar Gus Gus con sus sonidos electrónicos sutilmente interconectados y las rolas pegadas de rock indi que ponen el el KingKong Club, que también disfruto, aunque con más frecuencia.
Mig dreymir ennþà um ad bùa à Ìslandi ì ad minnsta kosti 6 mànudi, aðàun er kraftmikil...
Por cierto que hay más fotos en nachtagenten.de, creo que aparezco en más de una...