No me fui a alguna Datscha Party ni me puse a beber litros de vodka en casa (hm, aunque me queda una botellita añeja, que me regaló Wolberth...).
Me puse un poco 'introspectivo', gracias a tres películas.
Vi 'El Retorno' de un director de nombre impronunciable (Andrei Zvyagintsev), la peli que quiero ver con mi hermano, finalmente en idioma original y no la irritante versión doblada. Quería tratar de comprobar si el padre acostado se parece al Cristo Morto de Mantegna.
Tambien 'Arca Rusa' y 'Padre E Hijo', de Alexander Sokurov. La primera una revisitada, la segunda la vi por vez primera. Parece que a este director lo que menos le interesa es contar una historia cuando hace una película que no es documental.
'Padre E Hijo' se me queda. No me puse a identificarme y cosas; no tengo hijos y a mi padre le he visto no sé cuántas veces; (el hecho de que haya perdido la cuenta de las ocasiones no las hace abundantes). No hay una historia qué contar, tal vez es como un cuadrito, donde un pintor 'muestra algo', pero no necesariamente lo 'cuenta', una pena que Jens no la vio conmigo, tal vez él la hubiera visto con otros ojos.
Hoy le he mandado un mail a Dimitri, tal vez era el siguiente paso a dar después de tantas horas escuchando ruso. Tal vez vea pronto 'Madre E Hijo'. Tal vez esta noche empiece a leer de nuevo 'Maestro y Margarita'.
También tengo ganas de coger mi mochila y desaparecer por un día o dos. Hay muchas hojas en blanco después de todo, no quiero desprenderlas. Taaaaaan introspectivo resulta...
Monday, March 31, 2008
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3 comments:
Ah esa de padre e hijo, que rara, me gusta, era tan melancólica, esos filtros que hacen que las cosas naranja se vean como sepia, como si todo fuera sepia y gris, al humor, a todo, que bonita a ver si me la encuentro por acá.
Saludos
Pues ni chance de conseguirlas aca, pero eso de los dos deias de perdido me late, se me hace que te voy a tomar el consejo, pero yo no tan perdida, me regreso a Mex a perderme en mi pueblo.
Como dice Silencio, "Padre e hijo" es melancólica. Juega con la idea del incesto desde el principio, pidiéndonos que leamos este vínculo filial como una historia de amor sin más: de la traición que para el padre significa que el hijo crezca y busque construir su porpia buhardilla, en donde pueda contemplar el mar sin el peso de esa mirada que es amorosa pero también de una densidad imposible de soportar por mucho tiempo... Debes ver "El sol", "Moloch" y "Taurus, también de Sokurov: la otra trilogía de su obra, ahora sobre el autoritarismo que trata a las personas como hijos malcriados... Un abrazo
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