Sunday, December 23, 2007

Infeliz

Ciertas personas son simplemente infelices.
Y no creo que se pueda hacer alguna cosa por ellas. Si al menos pudieran darse cuenta de que hagan lo que hagan no van a ser felices, tal vez una preocupación menos les aminoraría el tamaño de la infelicidad (o les haría un poquito más felices, si quiero ser optimista).
Algunas de esas personas se anuncian con luces y fanfarrias. Otras son casi imperceptibles.
No estaría nada mal darnos cuenta.

Wednesday, December 05, 2007

Boquita de oro

Desde que hace años muchos el psicowey me recomendó 'El Lobo Estepario' me predispuse a que todo lo que leyera de Herman Hesse me iba a gustar (tanto que me emputa cuando en las librerías de Mérida se refieren a él como "German Ges", todo un anglicismo). Incluso sus poemitas.
Hasta hace poco el último libro suyo que leí fue 'El Juego De Los Abalorios', que se me hizo tan denso como introspectivo. Siempre con el lado bueno, la oscuridad se limita a ser una sombra, o una cueva poco atrayente.
'Bajo La Rueda' me emocionó como un adolescente de más de veinte años y tal vez hice bien en no leerlo antes de otros de sus libros.
Tenía en el estante 'Narciso Y Goldmundo'. Hace unos días lo cogí, cogí un trozo de un periódico y forré la pasta. Cogí un trozo de tiempo y lo estiré con un poco de café mientras Jens estiraba un lienzo con vino.
Hoy pensaba que la belleza es un factor meramente subjetivo. Cuando HHesse describe a Narciso como el joven delgado y hermoso de labios finos, describía algo bello, y cada persona al leer se figura algo bello para sus adentros. Supongo. Suponía.
Cuando HHesse describe al mozo Goldmundo de cabellos rubios tuve que hacer un esfuerzo para imaginármelo correctamente. Narciso y Goldmundo son hermosos, son bellos, cautivan con su sonrisa el segundo, con sus expresivas manos el primero. O me cautivan a mí de esas formas.
Entonces es cuando supongo que dejo de suponer que cada lector se figura algo bello para sus adentros. A Narciso me lo pude imaginar, joven, alto, con cabello oscuro y no sé porqué, pero con raya en medio, labios delgados, como de la gente que se encabrona fácilmente. Sin embargo, a Goldmundo tuve que darle el rostro de alguien que ya he visto, pero a quien no conozco suficiente, un joven colega de trabajo, sin pelo en la cara, rubio, de labios gruesos y cuerpo menudo, ojos que confunden tristeza con curiosidad, mas no mudos.
Hoy fui a comer con Xinyu y le vi, comiendo solo. Estuve a punto de decirle "Goldmundo, ven a comer con nosotros".
Qué metida de pata iba a ser aquélla! Por histórica ocasión comí mi plato en menos de 20 minutos. Ah, esta boca mía que de oro no tiene nada. O mi imaginación incapaz de imaginar algo que satisfaga lo que HHesse describe. Ah, esos colegas que van a comer solos.
Ah, qué Narciso y qué Goldmundo, que no me dejan ni comer en paz.

Sunday, December 02, 2007

Baroque Pop

Jueves 29, antes del mediodía...
"Hola, soy Steffen de la revista (...) llamo por el concierto de Rufus esta noche (...) ticket gratis (...)"
No soy el fanático número uno, tengo dos cds de él, 'Want One' y 'Want Two' y debo admitir que rara vez puedo escucharlos completos de principio a fin. No es hueva ni aburrimiento, es su voz, puede resultarme cansina.
Y en vivo?
"Hmmm... su voz..." me dijo Jens. Sí, Jens y yo en el teatro Kampnagel. Segundo concierto en Noviembre sin pagar!
"...se graba el concierto para ARTE-TV..." dijo Rufus. Habría qué portarse bien? El Kampnagel es más bien un teatro, pero no hay que olvidar, la etiqueta para la música de Rufus es 'Pop Barroco', 'Barrockpop', 'Baroque Pop'.
No hubieron teloneros y hubo sin embargo un intermedio en el que Jens aprovechó para comprar algo de beber (con burbujitas agonizantes).
Se presentó con un vestuario feo y aprovechó para indicar que su banda vestía ropa suya, sus víctimas de sus gustos por la moda. Después del intermedio salió vestido con unos pantalones de cuero, estilo bávaro.
La segunda parte fue más extendida que la primera y hacía comentarios geográficos de acuerdo al contenido de sus canciones o a la manera de interpretarlas (mención especial la parte irlandesa, sin micrófonos ni amplificadores).
Al casi terminar me dice Jens "ve y trata de conseguir el programita".
La segunda parte terminó. Bajé a la parte de la tribuna, me puse frente, me aparragué al escenario. La chica al lado mío dijo "claro que va a salir". Ya salió, vestido con una bata de baño. Noté que llevaba medias negras. Empezó el encore con una de mis rolas favoritas "I Don't Know What It Is" del "Want One", él con el piano y su voz menos chillona, menos forzada, menos barroca, sin pretender ser un tenor con voz de soprano.
Sus músicos aparecieron vestidos con trajes de pingüino. Tres rolas después se sentó en la orilla del escenario. Creo que si estiraba la mano podría rascarle el tobillo. Simuló que se maquillaba. Vértebras, se pintó los labios, se puso unos tacones como los de Miguel Bosé, se quitó la toalla y debajo tenía además de las medias negras un vestido cortísimo que dejaba ver (...) y se puso un sombrero.
"Forget your troubles, come on get happy!" se puso a cantar, no, a mover los labios. Era playback. Habrá hecho playback en todo el concierto? Bueno, esta parte era solo un toque travesti antes de cerrar con "Gay Messiah".
Un ambiente diferente al de la primera vez, cuando le vi en vivo en Benicássim, al aire libre y con mucho calor. Hay que ver ARTE-TV y estar atentos cuándo pasan lo vivido.