Tuesday, April 21, 2009

Estocolmo, I wanna dance with somebody...


Llegué al Aeropuerto de Arlanda, uno de los no sé cuántos. La forma más rápida de llegar al centro es en el tren exprés: caro; o el autobús directo: menos caro. La opción más barata y lenta es el bus y tren locales: gratis, si se compra un tickete para el transporte público.
Algo que hago con frecuencia, a veces inconscientemente, y que tal vez no debo hacer tanto, es pasar por local: no tengo ni el mapa ni la cámara en la mano, cargo la mochila de lo más normal aunque esté llenísima, uso la ropa de siempre sin logotipos llamativos. Con la cámara, discreta, tampoco voy haciendo fotos a monumentos emblemáticos. Me pregunto en dónde se fueron los dos rollitos de 36 cada uno.
Dejé más plana la ciudad de Greta Garbo, Lena Olin y Stellan Skaasgard. Al centro histórico como en un cuento situado en una islita (se supone fue una de las inspiraciones para la ciudad de Kiki, de Miyazaki).

En el Centro histórico (Gamla Stan) no hay solamente miles de turistas visitando el palacio real, la Catedral (donde hay una escultura de San Jorge derrotando al dragón), la Iglesia Alemana, y todas las callecitas angostas; también hay suecos (y suecas) paseando, o visitando tres paradisíacas tiendas: "Got To Hurry" (un paraíso para melómanos), "Comic's Heaven" (un paraíso lleno de cómics) o la tienda paraíso de sci-fi.
Dormí una noche en el centro y el resto en SoFo, un poco más ... "alternativo".
Torre de cristal, cementerio, Östermalm Saluhall (caro pero interesante), Sergels Torg, museo moderno, el zoo/pueblito Skansen, Casa de cultura, Gamla Stan, Sofo, Stureplan (horrible), Slussen, Östermalm, Djurgarden, Södermalm, Medborgarplatsen, Ice-Bar (un frío que te cagas), Nada Bar, Pet Sounds Bar, Carmen (cerveza barata, sentado junto a un tipo con auriculares), Torget Bar... no fuial museo Vasaa, parece que fue un pecado.
Aderecé ratitos con the Cardigans, the Knife, Peter Björn and John y claro, Mando Diao...
Y sí, logré platicar con algunos suecos! Y beber con ellos vino, vodka y cerveza.
Antes de regresar a Hamburgo hice una parada en Uppsala, a ver a Isabel, Oswald, la casa del pastor de Fanni y Alexander, y el cielo más azul que he visto hasta la fecha.